El Banfield se ha proclamado este domingo campeón del torneo Apertura argentino pese a caer derrotado por el Boca Juniors (2-0), favorecido por el traspiés del otro aspirante al título, el Newell's Old Boys, frente al San Lorenzo de Almagro (0-2). El equipo de Julio Falcioni consiguió el primer campeonato en sus 113 años de historia con doce victorias y cinco empates en las 19 jornadas de la competición, conquista que fue celebrada por unos 5.000 aficionados en el estadio 'La Bombonera' y millares en las calles de la localidad de Banfield , cercana a Buenos Aires.
El Banfield del goleador uruguayo Santiago Silva y su socio y compatriota Sebastián Fernández, del colombiano James Rodríguez, el futbolista extranjero más joven (18 años) en debutar en un equipo argentino, del creativo Walter Erviti y del portero menos vencido del torneo, Cristian Luchetti, conquistó el título con dos puntos de ventaja sobre la formación rojinegra rosarina. Una vez terminado el encuentro en el mítico estadio boquense, el Banfield se retiró del campo sin dar la vuelta olímpica, como lo había solicitado su entrenador, 'por respeto' a los rivales.
El equipo de Alfio Basile, que llegaba a este encuentro con dos derrotas y un empate recientes, se puso en ventaja en el marcador tras una falta del lateral Julio Barraza contra Nico Gaitán y con el tanto de penalti de Martín Palermo (m.7), quien rompió una sequía goleadora de 750 minutos. El impacto quedó atenuado en el Banfield casi de inmediato, cuando sus simpatizantes celebraron en los graderíos un tanto del San Lorenzo en Rosario, frente al Newell's, cuyo portero Peratta había parado un penalti al azulgrana Kily González segundos antes.
El Banfield se adueñó del balón, controló el juego y llegó de manera permanente a las cercanías del área boquense, pero su goleador, el uruguayo Silva, era neutralizado por los marcajes y también por el adelantamiento sistemático de la defensa local que le dejaba fuera de juego. Tras varios intentos fallidos y en la jugada más clara de ataque del conjunto que dirige Julio Falcioni en la primera parte, Silva asistió de cabeza al también uruguayo Sebastian Fernández a los 45 minutos y el remate de éste resultó apenas desviado.
Un Boca Juniors tibio y por momentos apático poco hacía para inquietar a su rival, que salió dispuesto en el segundo tiempo a buscar el empate con pelotazos largos y altos con el propósito de descompensar a una defensa que durante todo el torneo tuvo problemas con el juego aéreo. Pero el Banfield se distrajo a los 59 minutos, no alcanzó a bloquear una aislada reacción boquense y Palermo anotó el segundo, que dejaba a su rival del todo pendiente de lo que ocurría en Rosario.
Aunque pocos minutos más tarde otra buena noticia llegaba a sus jugadores a través del griterío de su público, que festejaba el segundo tanto marcado por el San Lorenzo a poco más de 300 kilómetros de distancia, que terminaba con las mínimas posibilidades que le quedaban al Newell's. Fabián Bordagaray (ms. 10 y 67) anotó los goles del equipo 'santo', y pese al color de su camiseta los hinchas del campeón lo recordarán durante el resto de sus vidas.
El Banfield del goleador uruguayo Santiago Silva y su socio y compatriota Sebastián Fernández, del colombiano James Rodríguez, el futbolista extranjero más joven (18 años) en debutar en un equipo argentino, del creativo Walter Erviti y del portero menos vencido del torneo, Cristian Luchetti, conquistó el título con dos puntos de ventaja sobre la formación rojinegra rosarina. Una vez terminado el encuentro en el mítico estadio boquense, el Banfield se retiró del campo sin dar la vuelta olímpica, como lo había solicitado su entrenador, 'por respeto' a los rivales.
El equipo de Alfio Basile, que llegaba a este encuentro con dos derrotas y un empate recientes, se puso en ventaja en el marcador tras una falta del lateral Julio Barraza contra Nico Gaitán y con el tanto de penalti de Martín Palermo (m.7), quien rompió una sequía goleadora de 750 minutos. El impacto quedó atenuado en el Banfield casi de inmediato, cuando sus simpatizantes celebraron en los graderíos un tanto del San Lorenzo en Rosario, frente al Newell's, cuyo portero Peratta había parado un penalti al azulgrana Kily González segundos antes.
El Banfield se adueñó del balón, controló el juego y llegó de manera permanente a las cercanías del área boquense, pero su goleador, el uruguayo Silva, era neutralizado por los marcajes y también por el adelantamiento sistemático de la defensa local que le dejaba fuera de juego. Tras varios intentos fallidos y en la jugada más clara de ataque del conjunto que dirige Julio Falcioni en la primera parte, Silva asistió de cabeza al también uruguayo Sebastian Fernández a los 45 minutos y el remate de éste resultó apenas desviado.
Un Boca Juniors tibio y por momentos apático poco hacía para inquietar a su rival, que salió dispuesto en el segundo tiempo a buscar el empate con pelotazos largos y altos con el propósito de descompensar a una defensa que durante todo el torneo tuvo problemas con el juego aéreo. Pero el Banfield se distrajo a los 59 minutos, no alcanzó a bloquear una aislada reacción boquense y Palermo anotó el segundo, que dejaba a su rival del todo pendiente de lo que ocurría en Rosario.
Aunque pocos minutos más tarde otra buena noticia llegaba a sus jugadores a través del griterío de su público, que festejaba el segundo tanto marcado por el San Lorenzo a poco más de 300 kilómetros de distancia, que terminaba con las mínimas posibilidades que le quedaban al Newell's. Fabián Bordagaray (ms. 10 y 67) anotó los goles del equipo 'santo', y pese al color de su camiseta los hinchas del campeón lo recordarán durante el resto de sus vidas.
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