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Un hombre estaba andando en bicicleta por una ruta de Australia y en el transcurso del recorrido sintió la necesidad de orina; por eso se detuvo al costado del camino y camino unos metros saliendo de la ruta para no ser visto. Cuando encontró el lugar ideal comenzó a hacer sus necesidades (las que un hombre hace de parado.. jeje) y al parecer en un momento de distracción fue sorprendido por una serpiente venenosa que quedó prendida de su pene y se negaba a soltarlo, fue allí cuando el hombre entró en pánico y desesperación hasta que logró que el reptil suelte su miembro; fue a pedir ayuda y fue atendido por un grupo de paramédicos que aseguraron que la víbora no llegó a inyectar el veneno. Una desgracia con suerte para este pobre australiano, dicen que cuando una serpiente te muerde se debe succionar la zona afectada... jaja... en este caso creo que no se aplica...
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